– Lo importante para empezar es que todos y cada uno de los elementos que la componen puedan rendir al máximo. Por lo que es necesario un control y mantenimiento de forma periódica.

– También una limpieza periódica ayudará a identificar posibles fallos antes de que sea demasiado tarde. Esta limpieza es fundamental ya que al estar sucia nuestra chimenea puede llegar incluso a calentar menos, pierde su capacidad de calentar hasta u 50%. De ahí que esto sea fundamental si queremos que nuestro sistema de calefacción sea eficiente.

– Tener en cuenta el material en el caso de que se una chimenea nueva ayudará a que su eficiencia mejore. Hasta hace poco, el hierro era el material predilecto para crear chimeneas y estufas. Hoy en día se ha determinado que el uso de vermiculita es mucho más eficiente como transmisor de calor, e incluso, su propia maleabilidad lo convierte en un material de más fácil trabajo y transportación que el hierro. lo hacen un excelente aislante térmico con muy alta resistencia al calor y al fuego. Tiene propiedades de inercia e inalterabilidad por lo que es muy duradero. Y su uso, facilita que pueda aprovecharse su calor en un 50% más que el hierro haciendo que, igualmente, pueda ahorrase en el uso de combustible.

– El combustible es otra de las claves. El uso de un combustible biodegradable y además asequible puede ser la clave. En primer lugar se nos ocurre pensar en la leña. Pero este combustible también puede verse reemplazado por otro más eficiente: el pellet. Es una alternativa muy buscada para satisfacer la demanda de combustión en los hogares que usan sistemas de calefacción. No solo es un combustible barato, sino que además es limpio y no degrada el medio ambiente.

Este material esta hecho de madera. Y es un combustible biomasa que se obtiene a través del serrín que produce la industria maderera o la limpieza de los montes. Dos factores lo hacen muy accesible y de bajo coste. las ventajas que ofrece el pellet son las referidas a su producción de calor. Pues con poca cantidad puede lograrse la aclimatación de manera agradable de una casa, oficina, hotel, etc.

Su combustión lo hace calentar en menor tiempo que la leña, sus cenizas pueden re-utilizarse como abono, o suplemento alimenticio para los animales, y su almacenamiento es mucho más cómodo que el de la madera.

En el caso de que su chimenea sea de madera, esta puede llegar a convertirse al uso de pellet con un simple quemador de pellets para chimeneas. Este quemador consiste en  una pequeña bandeja que se introduce en la chimenea para de este modo poder quemar cápsulas de pellet sin tener que hacer obras

• Cerrar la chimenea es sin duda la mayor eficiencia energética. Una chimenea abierta no consigue aprovechar el máximo de las ventajas de quemar, ni ayudan a distribuir el calor.

Una chimenea abierta puede convertirse en una cerrada instalando un puerta hecha a medida. Una puerta que cuente con un cristal vitrocerámico que ayuda al mejor aprovechamiento del calor producido. Además, que ayudan a mantener más limpia la chimenea y tu hogar impidiendo que el humo y la ceniza entren en la habitación.

En AEM desatascos y deshollinador os quedemos mantener informados y tengáis el conocimiento suficiente para decidir que clase de calor queréis en vuestra casa y que máximo aprovechamiento queréis tener de este calor. Más en estos meses de frio que empiezan.